"La primera ministra abordó esta mañana con su par australiano, Malcolm Turnbull, el ataque contra Serguéi Skripal y su hija y el uso imprudente del gas nervioso destinado a objetivos militares y creado por Rusia que puso en peligro a los británicos", dice un comunicado a disposición de Sputnik.
Agrega que "Turnbull declaró que junto con la primera ministra condena el acto indignante y expresó su plena solidaridad con el Reino Unido en su reacción al ataque".
La primera ministra británica, Theresa May, ordenó el miércoles 14 de marzo expulsar a 23 diplomáticos rusos en un plazo de siete días y suspender los contactos bilaterales de alto nivel.
Según Londres, los Skripal fueron intoxicados con una sustancia de acción neuroparalizante de la familia de armas químicas Novichok, supuestamente desarrollada en Rusia.
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Alemania, Estados Unidos, Francia, y Reino Unido emitieron el 15 de marzo un comunicado en el que instan a Rusia a "afrontar todas las cuestiones" relacionadas con el envenenamiento de la familia Skripal.
Mientras la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, apuntó que Londres oculta las circunstancias del uso en su territorio de sustancias químicas tóxicas y no quiere compartir la información que tiene, tal y como lo estipula la Convención de Armas Químicas.
El Kremlin expresó "preocupación por la postura destructiva y provocativa del Reino Unido".