"Científicos de Porton Down no han sido capaces de identificar que el gas nervioso es de producción rusa", señala en base a una "fuente muy bien situada en el Ministerio de Exteriores" del Reino Unido.
La misma descripción ha sido adoptada desde entonces en las declaraciones ministeriales ante organismo internacionales y los comunicados difundidos con Estados aliados, como Estados Unidos o Alemania.
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"Cuando nunca hay variaciones de una misma expresión formulada con extremo cuidado, se sabe que es el resultado de un compromiso muy delicado en el Gobierno", apunta Murray en su blog.
"El Gobierno (de May) nunca ha dicho que el gas nervioso se produjo en Rusia ni que solo puede hacerse en Rusia", recuerda el exdiplomático.
El historiador coincide con el líder laborista, Jeremy Corbyn, en postular por la cautela y llamar la atención sobre los informes de Inteligencia alertando del inminente peligro de las armas de destrucción masiva iraquíes, finalmente inexistentes.
"Es propaganda cuidadosamente redactada, del tipo desarrollada por embusteros", denuncia Murray sobre la descripción de la sustancia que ha dejado gravemente enfermos al exagente doble Serguéi Skripal, su hija rusa Yulia, y un policía británico.
El Ejecutivo conservador se ha comprometido a que extractos del Novichok sean "verificados independientemente" bajo el auspicio de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ).
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Murray no duda de que la diplomacia británica ya está maniobrando para que la comisión investigadora de la OPAQ adopte en sus conclusiones la "fórmula de desarrollado por Rusia".