El 14 de marzo, May anunció la expulsión de 23 diplomáticos rusos del Reino Unido, al señalar que este hecho socavará la actividad de la inteligencia rusa en el país.
"Esa declaración es una mezcla de simplicidad infantil y la falta de la competencia profesional", comentó Narishkin en declaraciones al director general de la agencia Rossiya Segodnya, Dmitri Kiseliov.
La expulsión de diplomáticos rusos es una de las medidas que toma Londres contra Moscú por la intoxicación del ex agente doble Serguéi Skripal y su hija Yulia, que tuvo lugar el pasado 4 de marzo.
Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, declaró el 15 de marzo a Sputnik que Rusia expulsará a diplomáticos británicos en respuesta a la misma medida adoptada por el Reino Unido.
El Kremlin declaró el 15 de marzo que considera inadmisibles las acusaciones infundadas y los ultimátums en relación con el envenenamiento de la familia Skripal, ya que Moscú "no tiene nada que ver con el incidente".
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Rusia había expresado también su disposición a colaborar con el Reino Unido en la investigación del caso.