No esperes que beber solo café te convierta en la persona más productiva, más despierta y más veloz del mundo. Al menos, no sin efectos colaterales.
Si comienzas el día bebiendo unos 230 gramos de café, tu tracto gastrointestinal comenzará a absorberlo rápidamente. Como la cafeína estimula el sistema nervioso central, acelera la producción de ciertas sustancias químicas en el cerebro, lo que hará que estés mucho más alerta de lo que ocurre a tu alrededor y que te sientas con más energía. También es muy probable que tengas un 30% de probabilidades de querer ir al baño. Si es el caso, tus niveles de acidez estomacales se dispararán de repente, lo que a su vez acelerará el proceso digestivo.
Tras esa primera taza de café, te has tomado otras siete, lo que se traduce en unos 800 miligramos de cafeína. Así que estar en la oficina te parecerá coser y cantar. El café dispara los niveles de serotonina, de dopamina y de adrenalina. Una buena noticia si no fuese porque el pulso se acelera, la presión arterial aumenta, comienzas a respirar más rápidamente y tienes tics oculares. En otras palabras: serás la persona más alerta y despierta de la oficina, pero quizás no aciertes a darle a la tecla.
Si se consumen unos cinco gramos de cafeína, puedes acabar cayendo en coma. Ciertos estudios sugieren que con un solo gramo es suficiente para sufrir riesgo de un ataque cardiaco.
Pero no todo son malas noticias. Otros estudios también ponen de relieve que su consumo regular —dentro de una dieta equilibrada- reduce el riesgo de Alzheimer, de Parkinson, de la diabetes de tipo dos e, incluso, de algunos cánceres. Su consumo moderado también reduce en un 50% el riesgo de suicidios.
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El grano está de moda. Su consumo no hace más que crecer a un ritmo del 2% anual y, según la Organización Internacional del Café, su producción mundial no podrá satisfacer la demanda en 2030. Las exportaciones mundiales de este producto se cifraron en 11,01 millones de sacos en enero de 2018, en comparación con los 9,12 millones de sacos correspondientes a enero de 2017.