Los científicos del Instituto de Física y Tecnología (IFT) de Moscú utilizaron pequeñas réplicas de asteroides y explosiones láser para imitar en el laboratorio cómo sería la destrucción de rocas espaciales con armas nucleares.
Lograr la potencia necesaria no sería un problema; hace tiempo que los rusos están preparados. El 30 de octubre de 1961 la Unión Soviética puso a prueba la "Bomba del zar", de 50 megatones; "Little boy" y "Fat man", las armas que los estadounidenses explotaron en Japón, tenían entre 15 y 20 kilotones.
La explosión de la "Bomba del zar" se realizó a modo de demostración a cuatro kilómetros de altitud sobre Nueva Zembla, un archipiélago ruso situado en mar de Barents, en el Océano Ártico. Hasta hoy es la bomba de hidrógeno más poderosa que se ha utilizado.
"Por el momento, no hay amenazas de asteroides, por lo que nuestro equipo tiene tiempo para perfeccionar esta técnica para usar más adelante para prevenir un desastre planetario", dijo en un comunicado el coautor del estudio Vladimir Yufa, profesor asociado del departamento de Física Aplicada y el departamento de Sistemas Láser y Materiales Estructurados del IFT.
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El estudio se publicó en la edición rusa de la revista Journal of Experimental and Theoretical Physics. Allí los científicos anuncian que en futuros trabajos extenderán sus experimentos a rocas espaciales metálicas para investigar en mayor profundidad cómo la forma de un asteroide y sus cavidades pueden afectar los intentos de destrucción.