El Mundial más caro de la historia
El estadio Luzhniki de Moscú, joya de la corona, será el encargado de albergar la ceremonia de apertura y el primer partido —entre Rusia y Arabia Saudí— el 14 de junio. En el campeonato habrá 32 selecciones luchando por el cetro mundial del deporte rey.
El Mundial de fútbol de 2018 ha costado unos 11.954 millones de dólares, de los que cerca de 6.856 millones de dólares corrieron a cargo del presupuesto del Estado, 1.617 millones de los gobiernos de las regiones del país y 3.438 millones de inversores privados.
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Se trata del Mundial más caro de la historia. Para muestra, el de Sudáfrica de 2010 tuvo un presupuesto de 4.300 millones de dólares, mientras que el de Brasil de 2014 se elevó hasta los 11.000 millones.
Recolectar lo sembrado
"Habiendo invertido el triple que Sudáfrica, Rusia tiene todas las razones para pensar que los beneficios serán en esta ocasión mayores", destaca Ígor Naúmov en su artículo para Sputnik.
Una de las fuentes más importantes de esos beneficios es la venta de los billetes —boletos— para los partidos. Por ahora han sido adquiridos 3,1 millones. Los ingresos, según los cálculos, superarán la cifra de los 5.000 millones de dólares. La misma cifra que, más o menos, se espera que se gasten los hinchas durante su estancia en el país. Las tiendas de suvenires harán su agosto si son ciertas las previsiones, que auguran que cada extranjero se dejará una media de 100 dólares en ellas.
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El dinero invertido en organizar el Mundial de fútbol más caro de la historia repercutirá positivamente en la economía rusa "gracias a un efecto multiplicador". Cada rublo invertido generará 4,5 rublos, señala Evgueni Itsakov, docente de la cátedra de Administración y Dirección de Empresas de la facultad de Economía y Ciencias Sociales de la Academia Presidencial Rusa de Economía Nacional y Administración Pública (Ranepa) de Moscú. Así que la cifra final debería de ser demoledora: el país amortizará en dos años las pérdidas, recibiendo 2,5 veces más dinero del que invirtió.
Una oportunidad para abrirse al mundo
"Los datos nos dicen que, por cada turista que visita el país, se pueden crear cinco puestos de trabajo. Hablamos de restaurantes, de hoteles y de actividades culturales", aclara a Sputnik Galina Dejtiar, experta en turismo en la Ranepa.
Que las distancias no engañen: el transporte será gratuito para los hinchas, además de rápido. A eso se añade la enorme oferta hotelera. Para el Mundial se han construido 27 hoteles. Se han renovado aeropuertos, como los de San Petersburgo, Nizhni Nóvgorod, Samara, Volgogrado, Saránsk y Kalinigrado. Por primera vez en 40 años, el aeropuerto de Rostov del Don se ha reconstruido desde cero.
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Se han mejorado cientos de kilómetros de carreteras, que hasta ahora estaban en un estado precario, y la red de ferrocarriles del Estado ha invertido casi 264 millones de dólares en modernizar unas 30 estaciones y en actualizar sus infraestructuras.