Entre los crímenes de que se acusa al derechista Uribe se cuentan los asesinatos extrajudiciales cometidos bajo su gobierno por miembros del Ejército contra jóvenes civiles a quienes hacían pasar como guerrilleros muertos en combate para obtener ascensos y prebendas.
El senador también es investigado por la masacre de cinco campesinos en La Granja, perpetrada en 1996 también por paramilitares.
La Corte Suprema se apresta a declarar las dos masacres y el asesinato de Valle como crímenes de lesa humanidad para evitar que prescriban.
Favorito
"Las encuestas dicen que es posible que (Uribe) tenga entre 18 y 24 senadores, así que en caso de que tenga 18 por supuesto habrá perdido dos legisladores, pero si avanza, eso significará que las investigaciones sí están teniendo un impacto en el plano judicial, pero tienen una repercusión mucho más lenta en el plano político", dijo a Sputnik el senador izquierdista Iván Cepeda, víctima de él mismo del senador.
Unos 35 millones de colombianos están habilitados para votar, pero la abstención suele alcanzar el 50 por ciento en los comicios legislativos y es muy elevada la proporción de votantes que inclinan por el sufragio nulo o en blanco.
Un sondeo publicado el pasado sábado por el diario El Tiempo y la emisora W Radio, atribuye al CD una intención de voto de 20 por ciento, lo que le permitirá obtener algo más de los 20 escaños que ostenta, superando ampliamente a partidos tradicionales como el Liberal (9,9 por ciento) y al también derechista Cambio Radical (8,1 por ciento), del exvicepresidente y aspirante presidencial Germán Vargas Lleras.
Pero en segundo lugar se ubica el voto en blanco, que recibe 16,1 por ciento de preferencias.
"Uribe se destaca porque justamente fue presidente y porque es una persona que ha tenido una trayectoria mucho mayor a la del resto de sus competidores para las legislativas", dijo a esta agencia el analista político Luis Fernando Londoño, quien dirige el Centro de Análisis y Asuntos Públicos.
Además, "las investigaciones contra Uribe parecen generar, por el contrario, un sentimiento de solidaridad de su electorado hacia él, que considera que ese tipo de acusaciones obedecen a persecuciones políticas", añadió.
Convivir
Una de las acusaciones más antiguas contra Uribe fue su promoción en Antioquia de las Asociaciones Comunitarias de Vigilancia Rural (Convivir), figura legal para dar cobertura a los grupos paramilitares.
Contra el expresidente aparecen por lo menos cinco procesos relacionados con grupos paramilitares, al tiempo que avanza otra investigación por interceptaciones ilegales con ayuda de un hacker para realizar saboteos informáticos a las negociaciones de paz que condujo el actual Gobierno con la ahora disuelta guerrilla FARC.
Al final de su mandato presidencial, Uribe también fue acusado de ordenar al ahora disuelto Departamento Administrativo de Seguridad actividades de espionaje y persecución a activistas, periodistas e incluso magistrados.
Escucha: Álvaro Uribe y el tiro por la culata
"Lo que sí puedo asegurar por conocimiento de causa es que la situación del expresidente está cambiando en el plano judicial", dijo el propio Cepeda a Sputnik.
El senador y activista de derechos humanos observó que "a Uribe se le está complicando la situación jurídica" porque "se han ido acumulando elementos importantes en su contra", por lo cual no sería extraño que la Corte Suprema decidiera llamarlo a indagatoria.
Si eso llega a ocurrir, "estaríamos ante una situación inédita en la historia judicial de las querellas que se le han entablado en Colombia", concluyó Cepeda.
Uribe, nacido en 1952, fue director de Aeronáutica Civil entre 1980 y 1982, alcalde de Medellín (norte) por un breve período en 1982 y gobernador de Antioquia entre 1995 y 1997 antes de llegar a la presidencia.
Asumió su escaño en el Senado en 2014 y ahora aspira a ser reelegido el domingo.