La novedad la constituye el nuevo partido de izquierda Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), surgido en septiembre tras la disolución de la guerrilla conocida por el mismo acrónimo.
El 8 de marzo, además, anunció que desistía de presentarse a las elecciones presidenciales de mayo por la mala salud de su postulante Rodrigo Londoño, conocido como Timochenko, y por una ola de ataques violentos que la obligaron a suspender los actos de campaña.
Con mayor intención de voto presentan listas legislativas el Polo Democrático Alternativo, la Alianza Verde y una nueva colectividad denominada la Lista de la Decencia, que lidera el exalcalde de Bogotá y precandidato presidencial Gustavo Petro, puntero por ahora en las encuestas como candidato presidencial.
No aspirarán a la reelección figuras emblemáticas de la izquierda, como el senador Antonio Navarro Wolff, exmiembro de la desaparecida guerrilla M-19 que aspirará a la alcaldía de Bogotá el año próximo por el Polo Democrático, y la diputada Ángela María Robledo, de Alianza Verde.
Robledo, una tenaz defensora del acuerdo de paz firmado por el actual Gobierno con la FARC, ha advertido que la izquierda debe superar sus diferencias para evitar que en las presidenciales de mayo se imponga alguno de los candidatos de derecha que buscan desmontar el proceso de pacificación y que acaparan la mayor intención de voto en un escenario con elevada abstención.
Es "gente que hace política en la Colombia más olvidada", defendió Robledo.
Para resultar electo al Senado es necesario que las listas de aspirantes alcancen al menos dos por ciento de los votos, mientras que para la Cámara de Representantes (diputados) cada partido debe obtener por lo menos 50 por ciento del cociente electoral, que es la totalidad de los votos válidos divididos por el número de escaños en disputa.
Pero pese a las diferencias entre los partidos de izquierda, se destaca la coincidencia de sus propuestas electorales, sobre todo en aplicar y defender el acuerdo de paz firmado por el actual Gobierno con la FARC, la defensa de las víctimas y las minorías y la participación en política de sectores que por generaciones han sido marginados.