El problema lleva repitiéndose desde mediados de enero. Los ciudadanos de Europa continental se levantan cada mañana con los relojes digitales de microondas, neveras, hornos y demás aparatos con la hora atrasada cinco minutos. Los reajustan, pero el problema persiste y está en las subidas y caídas que está experimentando la red eléctrica de la que se alimentan esos electrodomésticos.
¿Por qué?
La red eléctrica que se ha visto afectada forma parte del sistema de energía de Europa continental, un sistema interconectado que se extiende desde Portugal hasta Polonia.
"La frecuencia de 50 Hz en la red [eléctrica] es una convención fruto de un acuerdo entre los administradores de la red europea de Noruega a Portugal y de Italia a Suiza. Si hay algún problema en algún punto, eso tiene su efecto en todas partes", explica a VRT Kathleen Iwens, la portavoz de la empresa que opera la red de suministro belga Elia.
El problema no se soluciona ajustando de nuevo el reloj, avisa Iwens. Mientras que la frecuencia sea inferior a 50 Hz, no hay nada que hacer. El reloj también funcionará más lentamente.
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Todavía no se sabe cuándo se solucionará el problema, pero la ENTSO-E, la red europea de gestores de redes de transporte de electricidad (European Network of Transmission System Operators for Electricity), ha asegurado en un comunicado que está trabajando a contrarreloj —nunca mejor dicho— para solucionarlo. Los propios administradores de la red esperan poder reunirse a principios de marzo para abordar la situación.