Se reforzarán "los servicios (de seguridad) con unidades de elite para un mayor control en Palmasola", un penal que alberga a 5.000 reclusos en el oriental departamento de Santa Cruz, indicó el ministro.
En medio del motín, seis reclusos aprovecharon para huir y dos de ellos permanecen prófugos, según reconoció el ministro.
La medida de retirar a los menores, ordenada por una jueza, se venía llevando a cabo en etapas desde el año pasado, cuando residían en Palmasola 60 niños y niñas, un hecho reñido con las leyes.
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Pero el 5 de marzo, las autoridades decidieron restringir el ingreso de niños y adolescentes a los pabellones del centro penitenciario, luego que en febrero se hiciera pública la información de que una niña de ocho años fue abusada sexualmente dentro del recinto.
"La situación de los menores no puede ser la misma después de los vejámenes que sufrió la menor de 8 años; por otro lado se va a reforzar la seguridad en los recintos penitenciarios en particular en Palmasola que alberga más de un tercio de los internos del país", dijo el ministro.
La gobernación de Santa Cruz indicó a su vez en un comunicado que "la resolución 1/2018 firmada por los jueces de la Niñez y Adolescencia ratifica el retiro de los infantes del penal, esto en cumplimiento a sus derechos y las leyes".
El Ministerio de Gobierno aclaró que "las visitas de niños y adolescentes no fueron prohibidas en los centros penitenciarios, se realizarán en las áreas habilitadas exclusivamente para este fin con el propósito de precautelar los derechos de los menores de edad".
El retiro de los menores se hizo en varias etapas debido a que no siempre las familias de los reclusos disponen de lugares para que residan los niños.
Según la Gobernación de Santa Cruz, el Hogar de la Esperanza y Francisca Casia viven 47 menores de edad hijos de los presos de Palmasola, quienes cada 45 días concurren al penal a visitar a sus padres.