Esta es la pregunta que dominará el escenario político italiano y europeo en general hasta que se cierren las urnas, se conozcan los resultados y las primeras declaraciones. Hasta el momento ninguno de los tres principales referentes admitió que aceptaría hacer coaliciones con las otras partes. Pero claro, una declaración de este tipo antes de que hablen las urnas es un riesgo que nadie quiere correr, menos cuando la preferencias están tri polarizadas.
Sin embargo, ya han dicho cosas. Por ejemplo Berlusconi y el ex primerministro Matteo Renzi (que se postula por el oficialista Partido Democrático) ya dijeron que no impulsarán una gran coalición al estilo alemán. La misma promesa acerca de aliarse con el oficialismo se la hicieron los nucleados el M5S, liderados ya no por Grillo sino por Luigi Di Maio.
"Uno de cada dos italianos no está contento con la migración y eso es lo que estos dos partidos han tomado para ganar votos. Lo que tenemos entonces es el resurgir de un cierto populismo, tanto de izquierda como de derecha, y que francamente no han ganado pero están ahí y cada vez tienen mayor presencia", agregó.
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"Los jóvenes se sienten atrapados por la serie de reformas laborales que hubo en Europa, que ellos definen que viene como una prescripción de Bruselas y que en definitiva se sienten vulnerados en este campo laboral. Es el famoso mileurista joven, que gana mil euros y que a duras penas le da para vestirse un poco, alimentarse y transportarse, y que con 30 años siguen viviendo en la casa de sus padres, pero que curiosamente a diferencia de ellos tienen títulos universitarios con posgrados, que hablan uno, dos, tres idiomas", concluyó.