Un representante del Ministerio de Defensa de Australia declaró que el organismo solía adquirir productos de estos fabricantes chinos, pero recientemente han tomado la determinación de cambiarlos por aparatos de otros fabricantes. Según el representante del Ministerio, los productos adquiridos con anterioridad de fabricantes chinos aún se utilizan, si bien dentro de poco estarán amortizados.
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Según los altos cargos estadounidenses, estos fabricantes están estrechamente vinculados con los servicios secretos de la República Popular de China y podrían tener instaladas aplicaciones espías, que transmitirían información confidencial a las autoridades del gigante asiático.
Los funcionarios estadounidenses están obsesionados con este asunto desde 2012, cuando el Congreso de EEUU presentó un informe en el que se indicaba que Huawei colaboraba activamente con el Gobierno chino, en especial suministrando equipamientos y tecnologías de ciberespionaje.
"Por ejemplo, todo el mundo sabe que en los 'smartphones' de Apple hay 'una puerta trasera'. Pero China no tiene ningún tipo de restricción en el uso de sus aparatos. Claro que en los organismos estatales chinos hay ciertas normas de uso de teléfonos inteligentes. Pero para los ciudadanos normales y corrientes no hay ningún tipo de restricción", expresó Huang Weiping.
"En el Mobile World Congress de Barcelona, Huawei sacó a la luz un terminal comercial de clientes 5G CPE, con estándar 5G del consorcio 3GPP. ZTE anunció, por su parte, una serie de estaciones de base 5G de nueva generación. Es obvio que China avanza rápidamente en ciencia y tecnología y EEUU lo percibe como una amenaza", agregó.
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Posiblemente, algunos países, temiendo la competencia, intenten limitar la penetración de tecnologías chinas en el mercado, bajo el pretexto de salvaguardar la seguridad nacional. Por ejemplo, en enero, el Gobierno de EEUU bloqueó la operación de compra por parte de la compañía china Ant Financial del servicio de transferencias monetarias MoneyGram.