Tradicionalmente, las antenas de radar se instalaban en la nariz del caza en carenados especiales hechos de material radiotransparente, escribe el diario Izvestia. Esta disposición proporciona una visión de aproximadamente 180 grados. Tal sistema no detectará a un oponente que ataque por atrás o por las alas.
"El piloto verá todo lo que sucede a su alrededor, en todas direcciones. En la batalla contemporánea, cuando un avión puede ser atacado tanto por la defensa aérea, como por la aviación enemiga, una prospección circular ofrece una gran ventaja", subraya el experto militar Alexéi Leonkov.
El director general del Instituto de Investigación Científica de la Instrumentación, parte de la empresa Almaz-Antei, Yuri Beli, comentó a Izvestia que Belka aseguraría la superioridad del caza ruso sobre cualquier enemigo, incluidos los aviones de combate estadounidenses de quinta generación, F-22 y F-35.
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"Las características del radar están garantizadas en los modos principales: cuando se explora el espacio aéreo y la superficie de la tierra", subraya Beli.