"La presencia del Rey en Barcelona simboliza el apoyo de la Corona y del conjunto de España al MWC, y por extensión, al desarrollo y pujanza de la economía catalana", asegurando que los desplantes anunciados este fin de semana por representantes institucionales son "injustos y mezquinos", según recoge el diario La Vanguardia.
Además, el Ejecutivo advierte "que el desplante al Rey pone en riesgo que Barcelona pueda seguir albergando el MWC".
La polémica arrancó después de que el Presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, informasen de que no participarán en el recibimiento oficial al Rey Felipe VI en el Mobile World Congress que se celebra en Barcelona.
En concreto se refieren exclusivamente a los actos protocolarios para inaugurar el evento tecnológico que tienen lugar el 25 y 26 de febrero en Barcelona.
El Presidente del Parlamento y la alcaldesa informaron que "no asistirán a la recepción pero sí a la cena que se realizará posteriormente para mantener su compromiso con con el Mobile World Congress", según anunciaron.
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