"El empleado (detenido por la Policía argentina) no contaba ni con un pasaporte diplomático, ni con el acceso a la formación de la valija diplomática", indica un comentario de la portavoz en su página de Facebook.
La operación que concluyó con el arresto de Iván Blizniuk y Alexandr Chikalo, que organizaban programas de entrenamiento para los trabajadores policiales, comenzó el 14 de diciembre de 2016, cuando autoridades de la Embajada de Rusia en Argentina se pusieron en contacto con la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich.
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Tras una investigación, que incluyó escuchas telefónicas y tareas de inteligencia, se lograron incautar 389 kilos de cocaína distribuidos en 360 paquetes.
Se constató que uno de los involucrados era Ali Abianov, un funcionario de la Embajada de Rusia en Argentina quien entre 2012 y 2015 se había encargado de trasladar la droga para la organización delictiva, pero que había dejado en Buenos Aires el cargamento de 389 kilogramos al tener dificultades para llevarlo a Europa.
Bullrich reveló poco antes que la cocaína que se encontraba guardada fue sustituida por harina y en las maletas se colocaron aparatos con GPS que permitieron a la Policía escuchar las conversaciones de los sospechosos.
Según el diario argentino Clarín, los estupefacientes se encontraban en el local de la escuela de la Embajada rusa.