Después de que los hinchas rusos cruzaran la ciudad con cánticos en apoyo de su equipo favorito, la ciudad se vio sumergida en caos.
La fanaticada del Spartak y la del Athletic se vieron envueltos en una pelea con botellas de vidrio, petardos y bengalas. Debido a esto varias personas resultaron heridas y un policía murió de un infarto.
El Athletic acogió al equipo ruso en el partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Liga de Europa. Aunque el Spartak salió victorioso, no logró pasar a los octavos de final.