Las autoridades de la región de Vladímir, ubicada en la parte europea del país y no muy lejos de la capital, preparan todo un programa para los hinchas del Mundial a pesar de no ser anfitrión de ningún partido. Están apostando por una situación geográfica ventajosa, un rico ambiente cultural y una robusta logística armada para el torneo.
"Es posible vivir en Vladímir durante el torneo. Del centro de Vladímir al centro de Moscú uno puede viajar en un confortable tren en una hora y cuarenta minutos. Si viaja por carretera desde la periferia de Moscú, de hecho, puede tardar más", explicó Elena Pereskókova, jefa del Comité de Turismo de la región.
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La clave para esta estrategia es la sinergia con las iniciativas de Rusia para el Mundial, en particular los trenes gratis para los hinchas. Al presentar el FAN-ID y un billete para un partido, cualquier visitante podrá trasladarse a la ciudad necesaria en uno de los 728 trenes reservados para este fin.
Una de las ventajas de tal opción serían los precios del alojamiento. Mientras la demanda en las sedes del torneo se ha disparado y ha permitido a muchos hoteles subir los precios, las regiones vecinas no han registrado un aumento semejante. En Vladímir, "los precios se mantienen a un nivel normal para la temporada", sostuvo la funcionaria.
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Para Pereskókova, gran parte de una buena impresión sobre un destino turístico es la gastronomía. Al contar su versión del 'menú futbolístico' en los restaurantes, destacó la creatividad de los platos y también el uso estricto de los ingredientes locales.
"Tenemos el plato 'Sector de los hinchas'. Son cangrejos de río cocidos de color rojo y con las pinzas para arriba: igualitos a los fanáticos en un momento intenso", sonríe.
Vladímir se sitúa ente Moscú y Nizhni Nóvgorod, dos importantes sedes del Mundial, en la encrucijada de varias carreteras federales y vías de ferrocarril.
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La región forma parte del famoso Anillo de Oro de Rusia central y es un importante centro turístico y cultural del país que abarca unos 3.500 monumentos histórico-culturales, diez de los cuales forman parte de la lista de la Unesco.
"Tenemos una naturaleza deslumbrante y una herencia cultural enorme. Realmente tenemos mucho que mostrar a los visitantes", concluyó la jefa del Comité de Turismo.
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