"Condeno duramente el ataque perpetrado contra inocentes en una iglesia y con el que se buscaba inspirar miedo y sembrar la discordia en la sociedad", dijo Alfano.
Greminger, a su vez, declaró que el ataque en Kizliar fue un acto de violencia "horroroso y sin sentido".
"Los países de la OSCE no se dejarán intimidar con estos ataques, rechazarán con firmeza las amenazas del terrorismo y redoblarán sus esfuerzos para evitar que las ideas sobre la violencia arraigan en las mentes de los jóvenes", subrayó el secretario general de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa.
El ataque se saldó con cinco muertos y cuatro heridos.
El asesino fue abatido por las fuerzas de seguridad.
Según considera el Comité de Investigación ruso, podría tratarse de un atentado terrorista.
La ciudad de Kizliar está situada en la república de Daguestán, en la que la gran mayoría de la población profesa el islam.