"Catar sigue siendo un país pacífico; pese al bloqueo de transporte, aéreo y económico, Catar logró acelerar el crecimiento económico, esta situación nos hizo más fuertes", dijo en la Conferencia de Seguridad de Múnich, Alemania.
"Catar conservó su soberanía", enfatizó.
El 5 de junio, Arabia Saudí, Egipto, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos rompieron relaciones diplomáticas con Catar y suspendieron todas las comunicaciones terrestres, marítimas y aéreas con la pequeña monarquía del golfo Pérsico, a la que acusaron de patrocinar el terrorismo.
Para normalizar las relaciones, los promotores del boicot presentaron a Catar 13 condiciones, entre ellas el cierre de la cadena de televisión Al Jazeera, la ruptura de los vínculos con Irán y con el movimiento de los Hermanos Musulmanes, así como el desmantelamiento de una base militar turca.
El Gobierno de Catar calificó de injustificado el bloqueo diplomático y de inviables las condiciones para levantarlo.