"No existen puntos de no retorno o líneas rojas, lo que sí existe es la historia que lo pone todo en orden", dijo en una entrevista a la cadena Rossiya 24.
"Pero a fin de cuentas la razón triunfaba siempre, las relaciones se estabilizaban, las decisiones tontas se abolían, los negocios continuaban y estoy convencido de que esta vez pasará lo mismo", explicó.
A la vez, reconoció que "se malgastó realmente el tiempo en nuestras relaciones, las empresas perdieron dinero y empleos, nadie obtuvo ninguna ventaja".
"A la excepción de la política de sustitución de las importaciones", subrayó.
"No significa que no sigamos la situación, nos estamos preparando", advirtió al mismo tiempo.
Aseveró que "estamos listos para toda decisión".
"En los últimos dos años la economía rusa probó que es capaz de afrontar desafíos muy grandes, incluidas las limitaciones de las sanciones", indicó.
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