Así, el portal australiano News.com.au subrayó que el reciente simulacro —que tuvo lugar en el polígono de Sari Shagan, en Kazajistán— demuestra que "Rusia es una fuerza que no quiere que nadie se juegue con ella".
Según declaró al medio Malcolm Davis, del Instituto de la Política Estratégica de Australia, la prueba plantea un desafío para Occidente.
"Los sistemas antimisiles chinos y rusos erosionan las ventajas tradicionales que EEUU y sus aliados han sostenido desde la Guerra del Golfo en 1991", y será "incluso más difícil" para los países de Occidente "tomar y mantener el control del espacio aéreo", explicó.
El lanzamiento exitoso del proyectil se llevó a cabo el 12 de febrero. Todas las características del novedoso misil antibalístico son significativamente superiores a las de los modelos anteriores.
Actualmente, el escudo aéreo de Moscú está formado por el sistema de defensa antimisiles А-135, elaborado en los años 1970. El sistema cuenta con una estación de radares Don-2N, un centro de mando y control 5K80 y varias lanzaderas con misiles 53T6.
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