La ruptura de las conversaciones entre los partidos Unionista Democrático (DUP, por sus siglas en inglés) y Sinn Féin puede precipitar el retorno de poderes de Belfast a Londres y enturbiar las relaciones con Dublín.
"Hemos intentado alcanzar una base estable y sostenible para restaurar la autonomía, pero estas discusiones no han tenido éxito", declaró al líder unionista Arlene Foster en un mensaje difundido por Twitter.
"In our view, there is no current prospect of these discussions leading to an Executive being formed"https://t.co/fByW2WnHTg pic.twitter.com/M9uuZL6tYz
— Arlene Foster (@DUPleader) 14 de febrero de 2018
Ministra principal hasta el colapso del autogobierno hace trece meses y dirigente de la formación que sostiene al Ejecutivo de Theresa May en el Parlamento británico, Foster reprochó a la delegación republicana por la falta de progreso en las últimas semanas de negociación.
"Pese a nuestros mejores esfuerzos, quedan lagunas serias e importantes entre nosotros y Sinn Féin particularmente en la cuestión de la lengua irlandesa", añadió en el comunicado.
Una legislación que otorgue al gaélico la categoría de idioma oficial, junto al inglés, en Irlanda del Norte es una larga reclamación del movimiento republicano y nacionalista irlandés.
De acuerdo con Foster, en la negociación sobre la lengua autóctona irlandesa, escaseó el "respeto por el unionismo y la identidad británica".
El fracaso político se ha producido al día siguiente del inesperado desplazamiento al territorio de la primera ministra británica y su homólogo irlandés, Leo Varadkar, que se apercibió como el empuje definitivo a un acuerdo prácticamente cerrado.
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El vacío de poder en Irlanda del Norte se añade ahora a la brecha abierta por el brexit entre el norte y el sur de la isla y entre ambos jefes de Gobierno.