"El trabajo a lo largo de la línea de control (la que separa India y Pakistán en el estado de Cachemira) es bastante complejo y no creo que realmente necesitemos actuar ojo por ojo", dijo el comandante de la unidad del norte del Ejército indio.
El general informó que casi 450 combatientes están dispuestos a infiltrarse en el territorio indio cruzando la línea de control.
"En total 185-220 terroristas en el sur y 190-225 en el norte de las montañas de Pir Panjal están listos para la infiltración en nuestro territorio", precisó.
El ataque dejó sin vida a 10 personas, incluidos tres terroristas, y provocó 12 heridos.
La ministra india de Defensa, Nirmala Sitharaman acusó a Islamabad de estar implicado en el ataque y declaró que "Pakistán pagará por esta desventura".
El Ministerio de Asuntos Exteriores pakistaní, por su parte, rechazó rotundamente las acusaciones.
En la región operan grupos separatistas, entre ellos Jaish-e-Mohammed, que abogan por la independencia o la unión con Pakistán.
La India no tiene fronteras oficiales con Pakistán en el estado de Cachemira, en esa zona los países están separados solo por una línea de control.
Nueva Delhi acusa a Islamabad de patrocinar a las milicias, pero los pakistaníes niegan su implicación en los incidentes armados aludiendo a que son los habitantes de Cachemira los que luchan por sus derechos.