Es la primera vez que una corte surcoreana señala al Estado como responsable de una prostitución que llegó a ser sistemática y que se intensificó, sobre todo, en los asentamientos civiles próximos a las bases militares.
"El Estado se vio con el derecho de dirigir la vida sexual y, además, la propia identidad de los demandantes, a los que utilizó como instrumentos para alcanzar sus objetivos, violando los derechos humanos", se dice en el fallo de la Corte Suprema de Corea del Sur.
"Como se deduce de los documentos oficiales del Ministerio de Salud, [el Estado] buscaba, entre quienes vivían cerca de las bases estadounidenses, a 'mujeres de consuelo', a quienes exigía que brindasen servicios 'de cortesía', es decir, prostituirse en la práctica, entre los militares extranjeros, para que estos se relajasen y pudiesen utilizar cómodamente sus servicios. Al instalar asentamientos civiles alrededor de las bases, el Estado perseguía movilizar a las 'mujeres de consuelo' para levantar y mejorar la moral de los soldados extranjeros, conservar la unión militar necesaria para garantizar la seguridad del Estado y objetivos económicos tales como la obtención de dinero en divisas", reza el fallo.
El fallo es importante por ser el primero que señala al Estado como responsable de la prostitución en los asentamientos próximos a las bases militares estadounidenses. La corte toma en consideración el daño físico y psicológico sufrido por las víctimas, independientemente del tiempo transcurrido desde la consumación de los actos.
"La República de Corea, como parte demandada, está en su derecho de presentar la apelación pertinente, pero instamos, nosotros y los demandantes, a que no lo haga", ha subrayado a Sputnik el bufete de abogados de Hyangbeop que lleva la causa.
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