"Ellos tienen que prepararse muy bien, porque un 'embargo petrolero' es un arma de doble filo, porque si ellos no tienen cómo cubrir los barriles que les mandamos, salpicaría a EEUU, porque bajaría la oferta de gasolina en su costa este e incrementaría los precios de la gasolina y diésel en el mercado doméstico de tres a cinco dólares el galón", advirtió.
Además, Venezuela, como lo indicó el presidente Nicolás Maduro, estaría en capacidad de vender esos barriles a otros países, expuso Quiroz.
"Si EEUU no compra los 339.000 barriles que actualmente le estamos vendiendo, Venezuela perfectamente podría colocar eso en otro mercado y en eso el presidente Maduro tiene razón", añadió el economista petrolero y profesor de la Universidad Central de Venezuela.
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Maduro advirtió el lunes, tras una reunión con el secretario de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, Mohammed Barkindo, que su país está listo para comercializar su crudo en otras naciones.
El mandatario hizo estas declaraciones luego de que el secretario de Estado (canciller) de EEUU, Rex Tillerson, señaló durante su visita a Argentina que estudiaba sanciones petroleras a Caracas.
A Venezuela, explicó el especialista, le resultaría sencillo colocar estos barriles de crudo en los mercados de China, India, Corea del Sur e incluso en naciones europeas, si aplica un precio de descuento, "por ello esas amenazas no preocupan al Gobierno".
Sin embargo, existe un punto débil para Venezuela, añadió, y son las importaciones de crudo liviano que hace desde EEUU para mezclar y extraer su crudo extrapesado de la Faja Petrolífera del Orinoco, así como la gasolina y los aditivos que le compra a ese país.
Una medida de ese tipo, sostuvo el analista, podría complicar aun más la situación de Venezuela que atraviesa por una crisis financiera compleja desde el año 2015, cuando comenzaron a caer los precios del petróleo, fuente del 96% de los ingresos en divisas de la nación caribeña.
Además, sobre Pdvsa pesa una sanción de EEUU que le impide negociar con los bonos de su deuda, medida que se suma a las restricciones aplicadas al propio presidente Maduro y altos funcionarios de su Gobierno, que le prohíben a él y a sus representantes transar con empresas o ciudadanos norteamericanos.