Los animales del zoológico "se alegran de ver la nieve, mientras que algunos prefieren no salir de sus casitas", contaron los representantes del parque a través de Facebook, pero la reacción del manul resultó la más curiosa.
El gato, nada ajeno a la nieve en su hábitat salvaje y famoso por su espeso pelo, miró el paisaje con cierta sorpresa y desconfianza, para pronto empezar a explorar la 'novedad' de su ambiente.
Los empleados del zoológico agregaron que normalmente los manules suelen esconderse, mezclándose con su entorno, pero al verlo todo blanco es bastante difícil esconderse siendo un gran gato gris.
Lea también: Conozca al gato ruso en peligro de extinción que se ha convertido en una estrella