Destrezas
El cañón doble AK-130 puede realizar 80 disparos por minuto, en otras palabras, en 60 segundos cada uno de sus cañones dispara más de 40 veces. El alcance de sus proyectiles se cifra en 23 kilómetros, mientras cada uno de ellos pesa cerca de 33 kilogramos.
El mismo cañón pesa cerca de 100 toneladas y es capaz de portar hasta 180 proyectiles, es nueve veces mayor que el estadounidense Mk45. El último es el cañón único apto para disparar solamente 20 veces por minuto.
El sistema de AK-130 incluye un radar y cuenta con computadora balística y telémetro láser.
Según Gao, el AK-130, entre otras cosas, es una de las mejores armas para defender buques de enjambres de drones teniendo en cuenta su velocidad de fuego y recámara grande.
El columnista concluye que el AK-130 puede causar daños devastadores a cualquier nave enemiga que esté a su alcance.
Largo camino
Ya tras el fin de la guerra, en los años 1952-1955, aparecieron varios prototipos de cañones automáticos que utilizaban la energía de repulsión para cargar el próximo cartucho. Sin embargo, las obras de la creación de este tipo de armas se quedaron suspendidas durante más de una década.
Las obras se reanudaron a finales de 1960. En 1969 se presentó el cañón singular de 130mm ZIF-92. Esta arma ya contaba con muchas características que luego formarían parte del AK-130.
El nuevo diseño de cañón doble, bajo el nombre AK-130, fue adoptado en 1985 e instalado sobre los destructores de la clase 956 Sovremenni. La decisión de usar la versión doble se debe al hecho de que el cañón único fuera incapaz de alcanzar una velocidad de fuego de 60 disparos por minuto.
A partir de entonces esta arma aterradora forma parte de la Armada rusa y demuestra que es incluso mejor que ciertas piezas de artillería modernas, destaca el artículo.