Los expertos en dopaje saben desde hace tiempo que las pruebas de detección de drogas atrapan solo a una pequeña fracción de los atletas que usan sustancias prohibidas, porque los atletas constantemente encuentran nuevas drogas y técnicas para evadir ser descubiertos. Así que en 2011, la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés) convocó a un equipo de investigadores para tratar de determinar con mayor precisión cuántos atletas usan drogas que mejoran el rendimiento.
Los resultados de la investigación nunca fueron revelados al público. Hasta ahora.
Según los documentos que obtuvo y ha publicado la revista Sports Medicine, el 43,6% de los deportistas que acudieron al Campeonato Mundial de Atletismo y el 57,1% de los de los Juegos Panarábicos admitieron haber consumido sustancias prohibidas. Además, el 70,1% de los participantes en los Juegos Panarábicos afirmaron haber consumido suplementos biológicos.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que el dopaje es un fenómeno ampliamente difundido entre los deportistas de élite. Los autores también notaron que descubrir a un atleta que usó dopaje no es tan simple, pues solo entre el 1 y 2% de sus muestras dan un resultado positivo.
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Aún no queda claro por qué la WADA y la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) durante tanto tiempo ocultaron del público los documentos. Incluso si algunos números se han exagerado, la situación sigue siendo alarmante. Las estadísticas preocupan, y no se puede imaginar con certeza cuántos atletas en realidad violan las reglas antidopaje, concluyen los autores del informe.