"La concordia entre las confesiones y las etnias es el fundamento de nuestro Estado, el rechazo al antisemitismo, a la xenofobia y a las discordia étnicas en todas sus manifestaciones acercan entre sí a Rusia e Israel", declaró el líder ruso durante las actividades dedicadas al Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto y al 74 aniversario del levantamiento del sitio de Leningrado (hoy San Petersburgo), a las que asiste el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.
A su vez, el primer ministro israelí declaró que Israel no olvidará el papel de la Unión Soviética en la victoria sobre el nazismo.
"Nunca olvidaremos el papel que desempeñó el Ejército soviético en esta victoria", dijo Netanyahu.
"Si no logramos refrenar oportunamente el abismal odio a los judíos, se propagará muy rápidamente y podrá destruir también a otros pueblos (…), nuestra tarea común consiste en luchar contra las ideologías extremistas cuando todavía son pequeñas y flojas", subrayó el político israelí.
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Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que Rusia rechaza las tentativas de lograr el dominio mundial y la supremacía racial.
"Nuestra memoria es una advertencia contra cualquier intento de alguien de montar una idea de dominio mundial, de proclamar, construir, afirmar su grandeza basándose en supremacía racial o nacional", dijo el mandatario ruso.
Este 29 de enero Putin, junto con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de visita en Moscú, tomó parte en los eventos conmemorativos celebrados en el Museo Judío y Centro de Tolerancia en Moscú.
Putin y Netanyahu visitaron la exposición "Sobibor. Ellos vencieron la muerte" inaugurada en este Centro, que narra los acontecimientos de 1945, en que se levantaron los recluidos en este campo de exterminio, y la historia de su organizador, el oficial soviético, Alexandr Pechorski.