El único avión de EEUU capaz de llevar el GBU-57 hacia el objetivo, es el bombardero estratégico B-2 Spirit, que también puede portar armas nucleares. El 11 de enero, tres bombarderos de este tipo se desplazaron a la base aérea estadounidense Andersen en la isla de Guam, en el Océano Pacífico.
El GBU-57 fue desarrollado para destruir puntos de control subterráneos, centros de comunicación de empresas industriales cubiertos por tierra y hormigón, y, en particular, para destruir instalaciones subterráneas fortificadas construidas en Irán y Corea del Norte con el fin de ocultar los desarrollos nucleares en estos países.
Sin tregua: así se prepara EEUU para una guerra subterránea en Corea del Norte https://t.co/zrBBq9vc7Y
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) January 10, 2018
El GBU-57 lleva unos 2.400 kilos de explosivos y es unas 10 veces más potente que su predecesor, la bomba antibúnker BLU-109, lo que permite que la munición destruya incluso los objetivos más difíciles de alcanzar bajo tierra.
Sin embargo, no es la única gran bomba no nuclear en el arsenal de Estados Unidos, que dispone también de una de las bombas no nucleares más potentes del mundo: MOAB GBU-43, también llamada 'la madre de todas las bombas'. Esta munición está equipada con un sistema de guía satelital, su longitud es de 9.17 metros, diámetro — 102.9 centímetros y peso — 9.5 toneladas.
Actualmente, EEUU podría repetir la experiencia de la 'madre de todas las bombas' y usar el GBU-57 directamente en operaciones de combate, opina Andréi Frolov, redactor jefe de la revista militar Export Vooruzheni.
En su opinión, la bomba puede usarse no solo contra fortificaciones subterráneas iraníes y norcoreanas, sino contra cualquier enemigo potencial, incluidos los terroristas.
"Si tienen un conflicto, no importa con quién, pueden usarla en alguna situación táctica. Es simplemente una de sus armas", comentó el analista al diario Gazeta.ru.