Pese a que Grenade solo poseía el derecho a usar la marca del gato gruñón en una bebida fría llamada Grumppuccino, la empresa comercializó otros productos con el rostro del conocido gato.
La justicia estadounidense se puso del lado de Grumpy Cat y sus dueños, ordenando el pago de 710.000 dólares en daños y perjuicios por infracción de derechos de autor y de marca registrada, así como una tarifa de daños nominales de 1 dólar por incumplimiento de contrato.
Pese a que el famoso felino hizo una breve aparición durante el juicio de enero, no estuvo presente en el veredicto.
El gato, cuyo verdadero nombre es Tardar Sauce (Salsa Tártara), se volvió viral en 2012 después de que unas fotografías con una expresión amarga fuesen publicadas en las redes. La imagen del animal se extendió rápidamente como un meme con leyendas de texto divertidas.