Según pública El Periódico de Cataluña, la demanda de Clos llega después de conocerse que la facturación hotelera ha caído del 15 al 25% en el último trimestre de 2017.
A pesar de la caída, los hoteles de Barcelona cerraron el año con ingresos récord y una ocupación media del 80%.
Clos dijo que los turistas y los organizadores de convenciones "prefieren otras ciudades donde no vean problemas", en alusión a las campañas de partidos políticos de izquierda contra la masificación turística y las movilizaciones independentistas.
Los hoteleros reclaman al ayuntamiento de Ada Colau que "relance" la imagen de la ciudad a nivel internacional y otras medidas de apoyo.
El propio sector inició una campaña propia para mejorar la imagen de la ciudad condal.
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