Lula, condenado el 24 de enero en segunda instancia a 12 años de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero, tenía previsto viajar el 26 de enero a Etiopía para participar en un encuentro sobre la lucha contra el hambre organizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), indicó el medio O Globo.
Lula, en su calidad de expresidente, habría maniobrado para beneficiar a ciertas empresas entre los años 2013 y 2015, según la fiscalía.
La defensa del exmandatario niega rotundamente la acusación.
Tras la orden judicial, la Policía Federal se afana para notificar a Lula cuanto antes, de modo que cancele el viaje y evite desplazarse el viernes por la mañana al aeropuerto y no pueda embarcar, evitando así una situación embarazosa, según el diario Folha de São Paulo.
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A pesar de la condena del miércoles, el líder izquierdista fue confirmado este jueves como precandidato presidencial del Partido de los Trabajadores (PT) para las elecciones generales que se celebrarán en octubre.