Según la doctora María Montero y López Lena, académica de la División de Investigación y Posgrado de la Facultad de Psicología de la UNAM, el sentimiento de soledad es subjetivo y está vinculado a cómo recibimos el afecto.
Está la soledad satisfactoria, cuando la persona domina el deseo de estar solo y encuentra tranquilidad y paz en ese estado de aislamiento. Pero también está la soledad acompañada, que es cuando el sujeto se encuentra con sus fuentes de afecto (familia, amigos, pareja, compañeros de trabajo), e igual se siente insatisfecho.
"La soledad es un especie de estresor. Tiene una parte positiva y otra parte negativa. (…) Es una experiencia totalmente subjetiva, por ende esencialmente sicológica, que deviene de una percepción de desequilibrio entre lo que yo requiero de contacto afectivo con otro ser humano, y lo que yo percibo que tengo", explicó la especialista a Zona Violeta.
"El hombre toma porque la socialización le facilita esto, pero en la mujer un disparador para la ingesta alcohólica es sentirse sola, y como estrategia para reducir este sentimiento negativo, toma".
El estado de soledad aparece en distintas etapas de la vida, aunque es más común durante la adolescencia, la vejez o los momentos de transición.
"En sicología cuando tú tienes conciencia de tí mismo hay un despunte en la sensación de soledad, y esto aparece en la adolescencia. Después cuando hay otras crisis. Una es la de la edad media, cuando el sujeto empieza a sacar saldos. Y si no alcanza a cubrir las expectativas tanto propias como sociales, se siente solo o insatisfecho", según Montero.