"Si la acusación tiene alguna motivación política, y en este caso la tiene, no es la defensa quien la tiene que identificar", expresó el abogado durante su turno de palabra en el juicio que se celebra en el Tribunal Regional Federal de la 4ª Región en Porto Alegre (sur) y que podría condenar al exmandatario a nueve años y medio de cárcel.
El abogado aseguró que el juez de la Operación Lava Jato, Sérgio Moro, quien condenó a Lula inicialmente, construyó una "acusación propia", puesto que en el proceso no hay ninguna prueba que verifique el camino del dinero.
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Según su criterio, no hay pruebas de los supuestos favores que Lula habría hecho a la constructora OAS a cambio de recibir ese apartamento, pero se buscó esa afirmación "sin ningún tipo de respaldo".
"El poder del Estado tiene un límite y no puede ser utilizado de esta forma", criticó el defensor de Lula.
El Ministerio Público Federal pide un aumento de la condena de Lula (actualmente son nueve años y medio de prisión) al considerar que el juez Moro se equivocó al no considerar que había delito en el almacenaje del archivo personal de Lula que llevó a cabo OAS.
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El TRF-4 decidirá si mantiene la condena, la modifica u opta por absolver al expresidente.
Si es condenado podría verse apartado de las elecciones de octubre, aunque hay margen para varios recursos que de momento le permitirían participar en la campaña electoral hasta que haya una decisión definitiva.