La restricción del perímetro de la sede del TRF-4 será "aérea, terrestre y naval", explicó el 22 de enero en rueda de prensa el secretario de Seguridad Pública del estado, Cezar Schirmer, quien aunque no precisó el número exacto de agentes que participarán aseguró que habrá "el efectivo necesario" para garantizar que las manifestaciones ocurran dentro de la legalidad, según recoge el diario Estado de Sao Paulo.
Para evitarlos, los grupos se concentrarán en espacios distantes: los partidarios de Lula en el anfiteatro "Por do sol" y los contrarios en el parque "Moinhos de Vento".
Lea más: Policía brasileña pide que se prohíban marchas a favor y en contra de Lula en Sao Paulo
El secretario de Seguridad explicó que el perímetro del tribunal será demarcado por vallas y policías, y que embarcaciones de las fuerzas de seguridad ya se están posicionando en la ribera del río Guaíba para evitar cualquier acceso a la zona restringida.
También habrá francotiradores de élite en lo alto de los edificios más cercanos al tribunal, aunque dispararán "como última opción, en una condición excepcionalísima", matizó Schirmer.
"La presencia de los francotiradores forma parte de cualquier proceso de prevención; en realidad un francotirador es un observador", dijo, y añadió que su función principal será fotografiar y grabar a los manifestantes.
Lula, del Partido de los Trabajadores (izquierda), será juzgado en segunda instancia por presuntamente haber recibido un apartamento de lujo de manos de la constructora OAS, una de las implicadas en trama corrupta de Petrobras.
Más aquí: Cuatro expresidentes latinoamericanos firman manifiesto de apoyo a Lula
Si el tribunal confirma la condena de nueve años y medio de cárcel que ya le impuso previamente el juez de la Operación Lava Jato, Sérgio Moro, el líder de la izquierda brasileña podría verse impedido de participar en las elecciones de octubre, para las que parte como favorito.