"Turquía no permitirá crear cerca de sus fronteras un corredor terrorista, ni tampoco un ejército terrorista (la Fuerza de Seguridad Fronteriza), se tomarán todas las medidas necesarias al respecto", dice la declaración del Consejo de Seguridad.
El Consejo de Seguridad subrayó que Ankara está decepcionada con el hecho de que EEUU suministre armas a las fuerzas de los kurdos sirios.
"En caso de amenazas desde, en primer lugar, el oeste de Siria, Turquía tomará de inmediato las medidas necesarias", puntualizó.
Por su parte el vice primer ministro turco, Bekir Bozdag, declaró en una rueda de prensa que EEUU está suministrando a los kurdos de Siria equipos de defensa antiaérea.
"EEUU trata de utilizar a unos terroristas en contra de otros terroristas, eso es un gran error, ahora vemos que ellos suministraron a YPG miles de camiones de armas, incluidos equipos que sirven para atacar objetivos aéreos", dijo Bozdag.
Bozdag señaló que Turquía considera que la YPG es una organización terrorista, a la que EEUU suministra armas.
"Sabemos qué armas fueron enviadas y en qué cantidad, tenemos cifras exactas, resulta que acordamos una cosa, y en realidad vemos algo contrario", denunció el titular turco.
El político subrayó que Ankara sigue discutiendo con Moscú una posible operación contra los kurdos sirios en Afrin, y llamó a Washington a "recuperar las armas suministradas a los terroristas".
Lea más: La decisión de EEUU que empuja a Turquía a una nueva guerra en Siria
Anteriormente el portavoz de la coalición internacional liderada por EEUU, coronel Thomas Veale, reveló el 13 de enero al periódico The Defense Post que los aliados trabajan conjuntamente con las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) para crear una Fuerza de Seguridad Fronteriza.
Actualmente se están entrenando unos 230 combatientes, según Veale, pero la idea es que las tropas dispongan de unos 30.000 efectivos.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha declarado que la Fuerza de Seguridad Fronteriza pone en peligro la seguridad de su país y será destruida.
Turquía no es el único país que critica este plan estadounidense. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó que es una demostración de que Washington no tiene interés por preservar la integridad territorial de Siria.