"Es perfectamente plausible para él ser presidente de manera remota", dijo a la cadena británica Joan María Piqué, portavoz del equipo de Puigdemont.
Puigdemont —cabeza de lista de la coalición Junts Per Catalunya (JxCAT), fuerza más votada dentro del independentismo— llegó a la capital belga huyendo de la persecución de las autoridades españolas, después de que los tribunales españoles le acusasen de alentar desde su cargo un movimiento de "insurrección activa" con el objetivo de proclamar la independencia de Cataluña.
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En las últimas semanas, los partidos independentistas pusieron sobre la mesa la posibilidad de investir al líder independentista de manera telemática ante la previsión de que este pueda ser detenido si se desplaza a España.
El Gobierno central manifestó en diversas ocasiones su rechazo a esta opción e incluso aseguraron que, de producirse la investidura remota, recurrirán la decisión de forma inmediata ante el Tribunal Constitucional.
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Los servicios jurídicos del Parlamento de Cataluña cuestionaron el 15 de enero tanto la posibilidad de una investidura telemática como de una investidura delegada, y consideran "imprescindible" que el candidato se encuentre en sede parlamentaria.
El informe de los letrados, que no es vinculante, tampoco avala que los tres diputados electos en prisión puedan delegar su voto.