La madrugada del 17 de enero, unos 5.000 budistas del estado de Rakáin, salieron a la calle bajo las consignas separatistas.
Durante el acto, se desencadenó un conflicto con la policía y los manifestantes comenzaron a lanzar piedras contra los agentes del orden que abrieron fuego en respuesta.
Los enfrentamientos dejaron un saldo de 20 heridos entre los policías así como siete muertos y 13 heridos entre los budistas manifestantes.
Los budistas de Arakán (antiguo nombre de Rakáin), población autóctona del estado y una etnia familiar a los birmanos, abrazan ideas separatistas y a menudo tienen conflictos con los rohinyás, la minoría musulmana.