Según el cientista político y sociólogo chileno Patricio Navia, aún resta esperar los resultados de las investigaciones.
"Pero de ser cierto lo dicho, entonces evidentemente el BM tiene problemas de metodología y de transparencia que tienen que aclarar", dijo.
Para el analista la credibilidad de la institución quedaría comprometida en ámbitos tan delicados como la corrupción o el tráfico de influencias. "Si es así el Banco Mundial pierde legitimidad y credibilidad para combatir" estas problemáticas.
Más allá de la inédita confesión, la discusión reabrió una polémica en torno a la modificación de cifras con fines políticos. Polémica nacida durante el gobierno del expresidente Sebastián Piñera, cuando en dos oportunidades las cifras oficiales fueron cuestionadas. "Uno fue sobre la encuesta de la pobreza en Chile, modificada por el gobierno de entonces para que los números parecieran algo mejor. Y la segunda tiene que ver con el censo del 2012, que producto de una serie de errores metodológicos se desechó y el gobierno de Bachelet tuvo que hacerlo de nuevo", explicó.
Para Navia esto no justifica el mal clima de negocios durante el gobierno de la actual presidenta.
"Creo que el gobierno saliente está exagerando la situación, porque da la impresión de que está intentando culpar al BM de la mala percepción que había en Chile y en el exterior sobre los efectos de sus reformas", concluyó.