Según informan los medios turcos, las tropas de Ankara bombardean por tercer día consecutivo las posiciones de las milicias kurdas de las YPG que integran las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).
"En lugar de aunar esfuerzos con Turquía para luchar contra los yihadistas, EEUU envía al grupo terrorista YPG miles de camiones con armas y crea las llamadas fuerzas de seguridad en la frontera siria", tuiteó el vice primer ministro de Turquía, Bekir Bozdag.
El alto funcionario recalcó que "so pretexto de combatir a Daesh, EEUU está creando un ejército terrorista al que denomina como fuerza de seguridad".
El domingo 14 trascendió que la coalición estadounidense busca crear en el norte de Siria una fuerza de 30.000 milicianos kurdoárabes para, según esta, proteger la frontera con Turquía.
"Esto no es luchar contra el Estado Islámico ni contra el terrorismo sino apoyarlo", remarcó Bozdag.
Las YPG, brazo armado del Partido (kurdo sirio) de Unión Democrática (PYD), son para Ankara una extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), proscrito como organización terrorista en Turquía.
El Ministerio de Exteriores turco también expresó su repudio a la iniciativa estadounidense.
"La coalición (norteamericana) no consultó con Turquía la creación de esas fuerzas", señala su comunicado, al que tuvo acceso Sputnik.
La Cancillería turca señaló que "es inaceptable la cooperación que EEUU mantiene con YPG ya que contradice sus propias obligaciones, amenaza nuestra seguridad nacional y la integridad territorial de Siria".
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La sombra de la agresión
Damasco, por su parte, calificó de "agresión a la soberanía e integridad de Siria" los planes de Estados Unidos de crear un Ejército de milicianos kurdoárabes.
La diplomacia siria constata que esta medida es parte del plan destructivo que Washington lleva a cabo para agravar la situación en la zona.
También el Gobierno ruso condena la decisión estadounidense.
"Las acciones que observamos a día de hoy muestran que Estados Unidos no pretende preservar la integridad territorial de Siria", dijo el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.
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El diplomático subrayó que "de hecho, se trata de la separación de un vasto territorio a lo largo de la frontera con Turquía e Irak y al este del río Éufrates".
"El anuncio de que esa zona será controlada por los grupos dirigidos por Estados Unidos genera inquietud, pues se teme que se ponga en marcha un plan para dividir a Siria", advirtió.
"Rusia, Turquía, Irán y creo que (también) otros países esperan explicaciones de los estadounidenses", remarcó.
El ministro ruso se refirió también a la situación en Afrin, pues el nuevo proyecto de Washington no favorecerá la distensión en esa localidad, controlada por las milicias kurdas y donde el Ejército turco prometió lanzar una operación en los próximos días.
"Este nuevo ultimátum unilateral (de Estados Unidos) no contribuirá a la distensión en torno a Afrin", subrayó.
Turquía desplegó un grupo de fuerzas con carros de combate en la frontera con Siria, a unos 20 kilómetros de Afrin.