"Las armas antiaéreas han encadenado a los halcones de guerra ucranianos. Pueden volar pero no muy lejos, justo hasta la frontera de Crimea. Y mejor que lo hagan sin provocaciones para que el majestuoso vuelo no se convierta en una caída repulsiva seguida de quejas sobre la perfidia de Rusia. "Han sido advertidos": este es el mensaje que el comando de la defensa aérea de Crimea envía al otro lado del istmo de Chongarski", opina el diputado.
También llamó la atención a las publicaciones en la prensa ucraniana sobre la "vulnerabilidad" del puente de Crimea ante posibles ataques desde el aire.
"El puente de Crimea está fuera de su alcance, pero queda un objetivo muy deseado de las futuras tropas de misiles de Ucrania. Esa es la razón por la que la defensa de la península debe ser impenetrable y de reacción rápida para que cualquier misil que llegue directamente desde el mar o tierra hasta el puente tenga que cruzar dos barreras de los S-400. Aunque, como muestra la experiencia, no ha habido uno solo que haya cruzado la barrera única", concluyó Balbek.
Anteriormente se había informado de que la segunda unidad de misiles de defensa aérea Triumf S-400 se desplegaría en Crimea. En la primavera de 2017, se desplegó el primer batallón S-400 en el área de Feodosia (sureste de Crimea).
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La segunda división del sistema de misiles tierra-aire S-400, estacionada en Sebastopol, controlará el espacio aéreo sobre Chongar y Armiansk en la frontera con Ucrania, según comentó a Sputnik una fuente de las estructuras de poder de la península.