"Esperaremos una pronta respuesta del Gobierno para solucionar la crisis, si no hay una pronta respuesta, la delegación del ELN se retiraría" de las negociaciones, informó el 10 de enero el ELN en la red social Twitter.
En la madrugada del 10 de enero se registraron una serie de ataques realizados por integrantes de esa guerrilla.
Según el Gobierno, los hechos ocurrieron en el municipio de Aguazul, Casanare (centro oriente), contra infraestructura de la estatal petrolera Ecopetrol, así como en la población de Benadía, Arauca (nordeste), en la frontera con Venezuela.
Tras haber sido notificado, el presidente Santos, ordenó a la comisión negociadora de paz con el ELN que regrese a Bogotá desde Quito, por lo que la nueva instancia de diálogos fue aplazada.
Por su parte, la guerrilla publicó un comunicado en el que asegura haber cumplido con el cese al fuego y pide no interrumpir las negociaciones.
"Los incidentes sucedidos el día de hoy [10 de enero] en el oriente colombiano ocurren en medio de la compleja situación de conflicto que sufre el país, pero pese a ellos no debe alterarse el curso de las conversaciones para lograr una salida política del conflicto", manifestó el ELN en una declaración publicada en su página web.
Si bien durante los 101 días del cese no se presentaron enfrentamientos entre el ELN y las Fuerzas Armadas, esa guerrilla asesinó a un gobernador indígena en el departamento de Chocó (noroeste), mientras que en confusos hechos con la Policía Antinarcóticos, siete cultivadores de coca murieron en el municipio de Tumaco (Nariño, suroeste).
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Por ahora se desconoce el rumbo que tomarán las negociaciones de paz con el ELN, las cuales sostienen ambas partes desde febrero de 2017 para poner fin a un enfrentamiento armado de medio siglo.