"El poder judicial quiere resolver la parte que le corresponde de esa competencia (la crisis de las cárceles) (…) sabemos que es importante que nos transformemos para atender esa demanda, que no es de hoy, pero hoy estamos en la posición de administradores de ese problema", dijo Antunes en declaraciones publicadas por el portal de noticias UOL.
De momento, se acordó realizar un repaso para analizar el estado judicial de cada preso, ya que muchos de ellos no fueron aún juzgados, y revisar de forma exhaustiva todos los centros en busca de armas.
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El encuentro entre las autoridades también debía haber incluido una visita a la cárcel de Aparecida de Goiânia, donde el 1 de enero se produjo el motín que dejó nueve muertos, pero finalmente se suspendió por motivos de seguridad.
La divulgación del video, grabado por un preso con su teléfono móvil, provocó la dimisión de la directora de la cárcel.
El deficiente estado de las prisiones brasileñas, generalmente muy masificadas, es uno de los motivos de las rebeliones e incidentes violentos, como apuntó recientemente una investigación divulgada por el Tribunal de Justicia de Goiás.
La falta de salubridad y de condiciones mínimas de seguridad son otro problema endémico de las cáceles del país.