"Consideramos que una gran cantidad de musulmanes conducirá obligatoriamente a la formación de comunidades que van a vivir de espaldas a nuestras costumbres. No creemos que estas personas sean refugiados musulmanes: los consideramos invasores musulmanes", dijo el primer ministro de Hungría en una entrevista al periódico alemán Bild.
"[La ayuda] Es una compensación justa porque hemos abierto nuestro mercado a la libre competencia y esto no tiene nada que ver con los refugiados", enfatizó Orban, quien exhortó a los políticos alemanes y en particular al presidente del partido socialdemócrata (SPD), Martin Schulz, a mostrar más respeto hacia su país.
Lea más: Casi 120.000 inmigrantes y refugiados llegan a Europa en lo que va de año
En declaraciones anteriores, Orban había emplazado a los países de Europa Central y a los de Europa del Este a unirse y oponer resistencia a la migración ilegal.
"Polacos, checos, eslovacos, rumanos y húngaros tienen que unirse en este proceso. Nosotros queremos una Europa justa, cristiana y libre", proclamó.
Aproximadamente 400.000 personas cruzaron la frontera húngara para llegar a Europa Central. En estas circunstancias, Budapest levantó en la frontera con Serbia una valla y consolidó el control fronterizo.