"Es la postura del Gobierno; estamos en contra, yo personalmente estoy en contra, Brasil no está preparado para esa discusión", aseguró el ministro, que prometió que no habrá ninguna iniciativa política en este sentido.
La Comisión Federal de Comunicaciones de EEUU derribó recientemente las reglas que impedían tratos diferenciados en la oferta de internet, lo que abre la vía para bloquear accesos a determinados contenidos o aplicaciones, a rebajar la velocidad de navegación o a tener que pagar extra para ver películas en alta definición, entre otras opciones.
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En Brasil el Gobierno de Dilma Rousseff decretó en 2016 una prohibición expresa a este tipo de prácticas, reforzando lo que ya establecía el Marco Civil de Internet, la ley que regula la red de computadoras en el país suramericano, que data de 2014.