"Ucrania no podrá vivir sin el gas ruso; sin él se congelará", señaló el senador ruso a Sputnik.
De acuerdo con Kaláshnikov, con estas palabras sobre "la independencia energética" de Rusia, "Poroshenko está tratando de cumplir su deseo". Asimismo, añadió que Kiev, a diferencia de la UE, no puede pasar a utilizar el gas natural licuado.
El plazo de los contratos vigentes para el suministro de gas y para que el gas ruso pase por el territorio ucraniano terminará en el 2019. A finales de 2017, Poroshenko afirmó que Kiev podría reanudar las compras a Rusia solo si Moscú lo vendía a Ucrania a un precio inferior.
La compañía rusa Gazprom y la ucraniana Naftogaz mantenían en el Tribunal de Arbitraje de Estocolmo una querella desde junio de 2014 relacionada con los contratos de 2009 sobre el suministro de gas ruso a Ucrania y su tránsito a través del territorio ucraniano.
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Las pretensiones principales de Gazprom con respecto a Naftogaz se referían al cumplimiento del requisito de 'take or pay', mientras que Naftogaz insistía en efectuar una revisión retroactiva del precio, recibir una compensación y también anular la prohibición de reexportar el gas.
Sin embargo, la empresa estatal ucraniana estimó en más de 75.000 millones de dólares el efecto financiero positivo del fallo del Tribunal de Arbitraje de Estocolmo en su querella con la rusa Gazprom, siendo la mencionada cifra el pago máximo posible en caso de la victoria completa de la empresa rusa en el juicio.