Este dispositivo ruso, llamado Sprut-3, puede detectar binoculares, miras ópticas, dispositivos de visión nocturna y cámaras térmicas situados a una distancia de hasta cinco kilómetros a cualquier hora del día.
Debido a su forma, el Sprut-3 parece un gran binocular. Una cámara térmica de alta resolución es el corazón del nuevo dispositivo. El Sprut-3 procesa las imágenes realizadas con ayuda de esta cámara y las vincula a los modelos de los sistemas ópticos almacenados en ella. Además, el aparato es capaz de calcular la distancia que hay entre estos sistemas y puede determinar sus respectivas coordenadas.
La masa del nuevo aparato alcanza los dos kilogramos. Su casco está hecho de un plástico muy resistente que lo protege de distintos agentes, incluidos los que suelen ser causados por el agua salada. Además, el Sprut-3 es capaz de funcionar a temperaturas de entre +50° y —20°.
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Antón Lavrov, experto en materia militar, declaró al periódico ruso Izvestia que la experiencia de la guerra en Siria demostró que hoy en día los terroristas adquieren activamente no solo miras ópticas habituales, sino también dispositivos de visión nocturna y cámaras térmicas.
"Por eso el Sprut es una herramienta muy importante en el arsenal de las unidades rusas. Será útil para los soldados que libran combates en ciudades, bosques y montañas", señaló.
Hasta la fecha solo dos países —EEUU y Francia— han logrado producir aparatos localizadores de dispositivos ópticos. La empresa estadounidense L-3 Warrior Systems produce modelos más caros, mientras que la empresa gala Sagem se dedica a manufacturar unos más económicos.