El revolucionario invento está formado por un apósito adhesivo con numerosas microagujas —más finas que el cabello humano— que contienen un medicamento que convierte la grasa blanca —que es el tipo de grasa más común en nuestro cuerpo— en parda, que suele liberar la energía acumulada por el organismo en condiciones de estrés térmico.
Según los resultados del estudio, la grasa blanca de los ratones de laboratorio empezó a convertirse en parda durante el quinto día de experimento. Además de la pérdida de peso también se logró normalizar el nivel de colesterol en la sangre de los roedores.
Los investigadores afirman que la estructura única del apósito permitirá reducir la cantidad de medicamento adelgazante necesario para quemar la grasa.
"Nuestro objetivo consiste en crear un apósito discreto y asequible para todos", declaró Peng Chen, uno de los encargados del estudio.