"Es absurdo querer ser presidente de una comunidad estando en el extranjero", dijo Rajoy durante su habitual comparecencia de final de año para hacer balance del curso político.
Actualmente los partidos independentistas se encuentran negociando la investidura de Puigdemont como presidente de Cataluña, un movimiento sobre el que hay consenso político en el fondo pero no en la forma, dados los más que previsibles problemas del líder catalán con la justicia española desde el momento en que pise territorio nacional.
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El Tribunal Supremo instruye una causa en la que son investigados más de una veintena de cargos catalanes —entre los que se encuentra Puigdemont— por delitos de rebelión, sedición, malversación y sus conexos presuntamente cometidos durante el proceso independentista desarrollado en la pasada legislatura.
"Imagínese que yo estuviera en Lisboa", ironizó Rajoy sobre la situación de Puigdemont, al que apeló a actuar con "sensatez y sentido común".
El líder del Gobierno español recordó que cualquier persona puede presentarse como candidato mientras no haya una condena firme que le inhabilite para hacerlo, aunque destacó que la inclusión en listas electorales de candidatos perseguidos por la justicia no es, a su modo de ver, una forma de actuar responsable.
"No se trata de un problema jurídico ni político, es un asunto de tener un mínimo sentido común", aseveró Rajoy.
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El 29 de diciembre, el jefe del Ejecutivo anunció que la sesión constitutiva del Parlamento de Cataluña elegido en los pasados comicios tendrá lugar el próximo 17 de enero, por lo que "lo normal es que en un plazo de 10 días se celebre la sesión de investidura si hay candidato".